Hace un par de décadas atrás comenzamos a tomar conciencia cómo afectan los actos de la humanidad sobre la naturaleza y sus recursos. Ha llegado la hora de revertir las cosas y lo podemos hacer con simples cambios, mejorando nuestros hábitos, sobre todo cuando tomamos una ducha.
Conoce los productos que te harán ahorrar agua, dinero y tiempo.
Tipos de ahorradores de agua
Aireador de agua
Ayudan a mezclar el agua con el aire proporcionando la misma intensidad y sensación de caída de agua con hasta 50% menos de este. Se instalan entre el flexo de la ducha y el mango de manera manual o con ayuda de una llave en caso de ser necesario.
Grifo Monomando
Permite controlar la salida de agua fría y caliente con un solo mando, girando a la derecha e izquierda respectivamente. Accionando hacia arriba podrás abrirlo y controla su caudal.
Grifo termostático
Estos grifos permiten mantener desde el principio el control de la temperatura del agua ahorrando tiempo, agua y consumo de energía en calentarlo. La temperatura no cambia si otros están utilizando los grifos de la casa.
Alcachofas de ducha
Estos a diferencia de los rociadores de techo se accionan con un botón cada vez que lo necesitemos, es decir, no dejaremos agua corriendo mientras nos enjabonamos.
¿Por qué debemos ahorrar agua?
Sabemos que este recurso nos lo brinda la naturaleza, pero no es ilimitado, por eso debemos administrarlo de la mejor manera, comenzando por cambios simples en nuestro hogar.
El agua nos sirve para limpiar de nuestra casa, los productos que comemos y por su puesto para nuestro aseo personal. Así evitaremos infecciones y enfermedades mortales, sobre todo en los niños.
No sólo las actividades personales se verían afectadas por falta de agua, la industria no podría generar energía eléctrica cambiando todo lo que conocemos hasta el momento, afectaría la economía y supervivencia de la humanidad.
Otras maneras de ahorrar agua en el baño
Ducharnos es una de las actividades que más agua nos demanda, pero tenemos manera adicionales de ahorrar este recurso.
Instalar grifos monomando en los lavabos.
Cerrar los grifos mientras te lavas los dientes o afeitas.
Usas sistemas de doble carga en el inodoro.
Repara fugas en cualquiera de las tuberías.
Regula la presión de salida de agua de manera manual o con un reductor.