Después de tomar una refrescante ducha, nos sentimos mejor y más limpios, pero nuestras duchas y bañeras no quedan igual y aunque creamos que con enjuagarlas con agua basta, algunas veces necesitamos utilizar unas cuantas herramientas extras.
¿De qué trata la limpieza de una ducha?
Cuando terminamos de tomar una ducha quedan cabellos y restos de suciedad que no notamos a simple vista y con el tiempo se vuelve difícil de retirar.
Podemos limpiar la ducha o bañera de una manera simple, con simples esponjas o productos eléctricos junto con limpiadores especiales que arrasarán con toda la suciedad. Todo dependerá del grado de suciedad que estos contengan o la cantidad de cal acumulada.
Tipos de herramientas para limpiar la ducha
Si bien existen limpiadores saca grasa o que ayudan a retirar la cal, moho entre otros, estos no podrían ser tan efectivos si no contarán con ayuda de ciertas herramientas
Cepillos de mano
Estos son los clásicos cepillos que necesitan de fuerza manual para restregar. Algunos pueden enroscarse en palos de escoba haciendo más fácil su manipulación. Se usan para limpiar el piso de la ducha y dependiendo su cabezal, también para las juntas.
Cepillos eléctricos
Se basa en la mecánica de los cepillos de mano con la facilidad que tener cabezas rotatorias que limpian más rápido y pueden llegar a diversos rincones. Son conocidos como eléctricos, pero también funcionan con batería siendo más prácticos. Algunos modelos cuentan con palos extensores para llegar a lugares más altos.
Limpia vidrios
Son espátulas de goma que ayudan a retirar el agua de los vidrios de la mampara evitando que se dañen.
Importancia de limpiar la ducha
Aunque parezca raro, las duchas y bañeras son más propensas a estar sucios ya que al momento de bañarnos, siempre salpicamos en paredes con jabón o quedan restos de agua en el piso, siendo más propensos a la aparición de hongos.
La cal es otro enemigo de las duchas que si nos las retiramos a tiempo hará más difícil el trabajo de mantener limpias nuestras duchas y sobre todo que se vean radiantes ya que este las opaca.
Algunos aconsejan limpiar la duchas cada vez que terminemos de usarlas, método que puede ser engorroso. Otros aconsejan hacerlo semanalmente, pero todo dependerá de cuantas personas lo usen y la frecuencia, lo importante es evitar poner en riesgo nuestra salud.